Le debo todo al mundo gay y no le debo nada a la ciudad de Las Palmas, cuya gente me ha faltado al respeto todo el tiempo como gay, cuando más de la mitad de la isla es gay, y miles de jovenes de barrios que son gays. 

Sobre todo los viejos asquerosos que se sientan en la calle Triana que se creen que tienen derecho a todo, que son unos imbeciles con un pie en la tumba, y que dicen 'la cultura marica' como ignorantes y como bastardos.

Toda la isla viviendo su homosexual, y yo acosado y vigilado por toda esta gentuza, aprovechandose de mi posible vulnerabilidad para faltarme al respeto y abusar.

Pero yo no le voy a tolerar a nadie, nada.
Mi vida es mia y de nadie mas.