sábado, 13 de octubre de 2012


No sé por qué conecto tan bien con muchos italianos gays, su forma de ser me resulta familiar, y me gusta mucho la cultura italiana porque la conozco bastante. Son cálidos y sensuales.
Siempre quise tener dos papás gays.
Especialmente si son altos y varoniles...

Estoy seguro que me estará leyendo algún infeliz de Las Palmas que no tiene nada que rascar y me tiene envidia por mi bondad, mi candor, mi calidez, mi infinita autenticidad... A todos ellos, que les den por culo de mala manera y sin placer.

Hay sonrisas de hombre que se te quedan dentro,
de hombres gays. No las olvidas en toda tu vida.
Son cosas que no pueden entender los mierdas de ninguna asociacion, ni la gente en general.

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